La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como: “Un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
El tratamiento de la obesidad requiere un proceso de valoración, intervención y seguimiento donde se requiere del trabajo de un equipo interdisciplinario y dentro de equipo, el psicólogo interviene en las distintas fases del tratamiento.
Existen factores psicológicos que aparecen vinculados a la obesidad y otros que se desprenden de la misma enfermedad por lo tanto deben ser abordados para lograr resultados favorables.